10 fevereiro 2016

Vaticano

...quien altera de manera constante los sentimientos normales tomando narcóticos o grandes cantidades de alcohol. Los mapas de la vida resultantes son sistemáticamente falsos, y siempre informan de manera equivocada al cerebro y a la mente acerca del estado real del cuerpo. Se podría pensar que esta distorsión puede suponer una ventaja. ¿Qué mal hay en sentirse bien y ser feliz? Bueno, pues parece que realmente es muy perjudicial si el bienestar y la felicidad se hallan, de manera sustancial y crónica, en contradicción con lo que el cuerpo informaría en condiciones normales al cerebro. En efecto, en las circunstancias de la adicción, los procesos de decisión fracasan estrepitosamente, y los adictos toman cada vez menos decisiones ventajosas para ellos y para los que tienen cerca. La expresión "miopía del futuro" describe de forma adecuada esta situación comprometida. Si no se le pone remedio, conduce invariablemente a una pérdida de la independencia social.
En busca de Spinoza - António Damásio

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